En este apartado, y por lo menos en los próximos capítulos, se encuentra descrita y en partes narrada, la historia de los reinos de Arekhar. La misma se ha registrado en Edades, dándole a cada una un título particular respecto a una serie de acontecimientos de relevancia que terminaron definiendo la misma.
Como aclaración previa, lo que aquí está escrito, son los acontecimientos que conforman la historia del mundo, lo más neutral, objetiva y más exacta posible, dejando de lado el favoritismo o ideologías propias, donde se ha compilado los registros no solo de las grandes civilizaciones, sino también la historia que diversas tribus han contado por siglos, las cuales las trasmitían de progenitor a primogénito.
Seguramente, aquellos que pueden domar las fuerzas universales que el mismo Sammus-Rem ofrece, puedan detectar que en las próximas líneas faltan algunos detalles, pero en sí, eso no es necesario: el objetivo de este apartado es dar a conocer los aspectos generales que predominan, geo-política e históricamente hablando, en cada Edad. No es necesario ponerse minucioso en cada evento, ya que, no solo la historia cambia de forma constante con nuevos hallazgos, sino que, además, son también muy diversas las formas de contar los acontecimientos. Por ello, para llegar a un punto en "común", solo nos concentraremos en desarrollar lo relevante al núcleo de cada periodo de tiempo.
La Edad Cero o "Edad de las Creaciones"
El inicio del todo se comprende dentro de esta Edad. El Génesis, del cual se habló en el apartado "Religiosa", es una parte importante de la historia escrita, ya que gran parte de todo lo que se conoce respecto al inicio. El mismo es conocimiento real, verídico y refutable, ya que se conoce a ciencia cierta del paradero del Sammus-Rem, y quienes pueden leerlo, los Igríts, a veces son consultados por reyes o poderosos estudiosos, quienes buscan en sus palabras conocer el futuro de sus acciones, cuál oráculo.
Como la Edad Cero es el origen, o en su defecto, el Génesis en sí, no lleva un nombre en particular. De hecho, no se lo comenta habitualmente como Edad Cero, sino que, directamente, se establece el inicio como Génesis o "La Creación del Universo". El aspecto relevante que predomina en esta Edad, es la conformación del planeta de Arekhar y todas las reacciones geológicas y biológicas, en materia de flora y fauna, que fueron ocurriendo.
El evento que define el fin de la Edad Cero, es el día exacto en que la primera especie creada toca con sus pies la tierra del mundo de Arekhar. Por ende, las divinidades como los Guardianes, no se remiten unicamente a la Edad Cero, sino tambien a la Primera Edad, donde dan a luz a todas las especies.
La Primera Edad o "Edad de las Conquistas"
Con un promedio de aproximadamente 200 años, fueron surgiendo las diversas especies a lo largo del mundo. Esas diferencias temporales, a ojos de criaturas de inmenso poder como los Guardianes, eran ínfimas, pero a la percepción de los ya habitantes de Arekhar, era mucho más que eso. Inclusive, el expansionismo de las diversas especies los llevo a migrar en direcciones totalmente opuestas, de forma que algunas especies demoraron incluso hasta milenios en encontrarse entre sí. Por ello, muchas tribus desarrollaron mitos de algunas otras especies, atribuyéndoles características fantásticas, las cuales dieron paso a leyendas, cuentos e historias, en los mejores de los casos. En otros, las diferencias y la falta de comunicación entre especies, decanto en guerras, genocidios y conquistas.
Orden e Inicios de las Primeras Especies
La primera criatura con conciencia y capacidad de razonar que toco el suelo, fue Cimara, la primera Edra, quien deambulo varios años por el territorio que hoy se conoce como el Numbinul, o Gran Continente. Como premisa de su padre, el Guardián Tribak, Cimara supo encontrar un lugar en el mundo donde dar a luz a una numerosa comunidad, y plantando su semilla en cada árbol que vio a lo largo y ancho de un extenso bosque, germino la vida de cientos de Edras que no tardaron en emerger, reunirse y comunicarse. Crearon su propio idioma y conformaron lazos íntimos entre ellos, para luego engendrar nuevas vidas. Cimara les encomendó disgregarse por el mundo, aunque muchos de ellos prefirieron quedarse junto a su creadora para protegerla.
Takhhamakar fue el segundo en aparecer, casi a la par de Cimara, pero mucho más lejos que ella. Su origen se dio en los territorios sureños de Numbinul, en las llanuras desérticas. En soledad, sin poder dar a luz a otros como él por el mero hecho depositar su semilla en algún lugar, se avocó a viajar y sobrevivir en las tierras que tenía ante sus ojos, recolectando, cazando, y finalmente encontrando un "hogar" en las montañas del Este. Pasaron los años, y finalmente tuvo contacto con algunos Edras, los cuales, desconociendo de su parentesco con Cimara, le rechazaron instantáneamente, considerándolo un animal, una criatura salvaje de las que Bjorg había engendrado. Takhhamakar, enardecido por la ira, ataco a las pequeñas tribus de Edras que se congregaban en un valle cercano, secuestrando a varias mujeres para forzarlas a dar a luz a un progenitor. Los intentos no dieron resultado, ya que los hijos de Takhhamakar, según cuentas las leyendas, eran tan fuertes y feroces, que destrozaban el vientre de la madre, matándola antes del parto.
Por ello, el primer Grog abandonó la esperanza de que la madre de sus descendencias fuese otra criatura razonante. Se internó más y más en las grandes y nevadas montañas, para unirse y liderar las manadas de criaturas salvajes que alli habitaban, como lobos y osos gigantes, que dominaban el cordón montañoso. Poco se sabe de Takhhamakar y su aparición en el resto de la historia. Salvo por algunos hechos aislados, no se tiene una seguridad de que fue exactamente la forma en la que logro a dar a luz a su descendencia, la cual permanece en misterio hasta hoy en día, inclusive. Aun así, si se sabe que las primeras tribus de Grogs, en su gran mayoría, vestían pieles de oso o de animales similarmente temibles, para definir parentescos animales.
Efesaahr, el primer Kuate, apareció en Arekhar por primera vez casi doscientos años después que los demás. La notable diferencia de este, es que el su cuerpo inicialmente no fue el de un adulto, como Cimara o Takhhamakar, sino el de un niño. Perdido, y sin saber a donde ir, lloro su soledad por días, hasta que sus lágrimas se mezclaron con el afluente de un río, agua que la misma Cimara bebió días más tarde, y supo de la llegada de este nuevo ser a Arekhar. Al acudir al llanto de Efesaahr, encontró a este durmiendo entre la maleza, desnudo y cansado por la hambruna. Lo acogió y lo llevo con el resto de su especie, para ayudarlo a recuperar fuerzas. Fue así que Efesaahr, quien envejecía mucho más rápido que los Edras, no tardo en cumplir su mayoría de edad a los veinte años de su aparición en el mundo. El cariño que Cimara había acumulado por tantos años de crianza, dieron como fruto que la misma le permitiese a Efesaahr procrear su vida con las hijas Edras que ella misma había dado a luz. Con la bendición de Cimara, el primer Kutae viajo por el vasto mundo, dejando su semilla en tanto vientre se lo permitiese.
Con el pasar de los años, la primera de los Edras se llevó una sorpresa tas otra, al ver las diversas formas que los Kutae podían tomar, tanto en el color de piel, como en sus colores de ojos o la forma de comunicarse. Lo cierto, es que los Edras al nacer inicialmente de los árboles, estos mismos no eran todos iguales, y por ello, una Edra nacida de un roble, era de tes oscura y contextura recia, mientras que un Edra nacido de un Tilo, era de piel rosada, flexible pero poco resistente a los efectos de la naturaleza. Por ello, también así lo fueron los Kutae. Los primeros hijos de Efesaahr mantuvieron algunos rasgos Edras al principio, pero la gran mayoría, al mezclarse entre ellos mismos y crear tribus donde, según su parentesco, se congregaban como "pares", fueron lentamente perdiendo esos rasgos, para finalmente verse como lo son ahora.
Cuando Khnull llego a la tierra, decidido por su misión, vio con sus propios ojos el gran desafío que le esperaba a su especie y a su descendencia: habían pasado trescientos años desde que Efesaahr había llegado a Arekhar, y las tribus de Kuates ya no eran simples bandas aguerridas que se concentraban en pequeñas fortificaciones de madera, de hecho todo lo contrario. Tribak había creado a los Kutae porque quería seres determinados y decisivos, que dejaran sus conflictos de lado y se avocaran a crecer en comunidad, protegiéndose entre ellos. Por eso mismo, cuando Khnull llevo a pisar la tierra, vio grandes fortalezas de roca e inmensas ciudades. En trescientos años, los Kutae habían forjado grandes civilizaciones, que si bien en aspectos de avances tecnológicos no habían podido desarrollarse en gran medida, tenían la voluntad y el objetivo de cada día progresar un poco más para el bienestar de sus pares. Por ello, el primer Tektaly, tuvo que pasar muchos años engendrando a su descendencia, mezclándose con Edras y Kutaes que vivían aislados de las grandes sociedades, para recién tener un grupo considerable de cercanos con quien compartir la misión que Memron le había propuesto.
Durante sus primeros cien años, se abocaron a hostigar a las pequeñas tribus que no formaban parte de las grandes civilizaciones, principalmente a las de los Kutae. De allí nacieron los cuentos respecto a estos diablillos, que más de una madre contaba a sus hijos cuando veían que no se terminaban su guiso de verduras. Los Tektaly, eran vistos más como criaturas mitológicas que como especies per se, que tenían la única tarea de sabotear la paz de los pueblos y villas alejadas de las grandes ciudades. De hecho, así lo fue por quinientos años desde la llegada de Khnull. El gran cambio llegó cuando los Tektaly ya vivían en las grandes fortalezas Kuate, quienes, dispersos por todo el globo, comenzaron a separarse en dos grupos: los que seguían la misión que Memron les había dado, y los que no. El mismo Khnull, ya llegando a su vejez, se negó a seguir profesando la palabra de su creador, uniéndose a una comunidad de Kutaes. Este accionar hizo que muchos Tektaly abandonaran la causa iniciar de su existencia, y solo algunos pocos, alejados de la sociedad, viviendo en soledad eterna, se dedicaran a seguir, generación tras generación, con la misión de Memron.
Las Primeras Conquistas y Divisiones
Las primeras campañas a lo largo y ancho del mundo, comenzaron a darse cuando las primeras especies se vieron amenazadas por otras especies que fueron emergiendo con el paso del tiempo. Un caso de ello, fueron sin duda los Morgs y los Mahans. A diferencia de las anteriores creaciones, Oaghmar no dejo a su suerte sus creaciones, sino que forjo el mismo grandes comunidades de sus dos creaciones y las disperso por las inmensas cadenas montañosas de Numbinul, haciendo que todas estas, respondieran a las órdenes de Mordhaim y Ushu, respectivamente a cada especie. Cuando Kutaes, Edras, Tektaly e inclusive Grogs trataron de acceder a la materia, metales y diversos minerales que las montañas ofrecían, se vieron detenidos de su búsqueda por estas dos nuevas especies que se interpusieron en su camino. La reacción de las diversas especies ante este nuevo obstáculo, decanto en innumerables y variadas reacciones.